Casting para Rainbow Helena Donovan

Sus pasos eran lo único que se podía escuchar en aquel desertizo lugar, resonando sobre la grama y tierra, como si quisieran dejar constancia de que había vida en aquel paraje tan tenebroso. Las lapidas llenas de moho, las cruces medio rotas y los nombres semi borrados por el paso del tiempo en las tumbas terminaban de conferirle al ambiente, un aura de verdadera muerte y desolación.
Pero a ella no le importaba, ya estaba acostumbrada a aquel tipo de lugar...

"-Los cementerios, Rainbow, son la ultima morada del hombre en la tierra, el lugar en donde sus cuerpos descansaran eternamente."

Las palabras de su padre, tan llenas de sabiduría, siempre regresaban a su mente cuando visitaba aquel lugar, como si este se empeñara en dejarle en claro que no debía seguir triste por su partida, algo totalmente inútil pues aun seguía llorándole como el primer día.
Dos meses habían pasado desde que su padre había muerto a manos de aquellas malditas personas-cuyo nombre no deseaba ni recordar-y aun podía sentir el dolor que sintió cuando se entero de la noticia.
Visitar su tumba era lo único que calmaba levemente aquella melancolía.
Ella no dejaría que el paso del tiempo borrara la memoria de su padre, tampoco que hiciera estragos en su tumba como bien había ocurrido con muchas de las que estaban a su alrededor.No.Mientras ella siguiese con vida, su padre seguiría vivo en el mundo de los mortales.

Reconocer la tumba de su progenitor era algo realmente fácil.El ángel de alas blancas que se erguía sobre la lapida marcaba con precisión el lugar de descanso del hombre mas importante de su vida.Verlo era el comienzo de la calma que la inundaba en cada visita.
-Padre-musito, dejando las flores sobre la tierra amontonada y mirando directamente el nombre en letras doradas que estaba justo debajo del ángel-Te hecho de menos, aunque tu ya lo sabes.-sus palabras eran sencillas, intentando transmitir sus sentimientos a aquella lapida, como si en verdad estuviese hablando con su padre.-En el colegio me va muy bien, los alumnos están interesados en mi asignatura y eso me hace feliz.
Una simple sonrisa se instalo en su rostro y no pudo evitar que dos traviesas lagrimas surcaran sus mejillas, aunque ni ella misma sabia si eran por la tristeza que le causaba el hecho de que su padre hubiese fallecido o por que en verdad la hacia feliz el solo recordar su buena vida en el colegio de magia.
-¿Sabes? Creo que estoy enamorada.-la risa que escapo de sus labios resonó en el silencioso cementerio-Se que te sorprende pero...creo que es así.Bueno...algún día debía suceder,¿no crees?

Con su mano derecha recorrió una de las alas del ángel y suspiro. A veces creía que perdía la cabeza cuando se daba cuenta de que no había día en el que no visitara la tumba de su progenitor pero suponía-y estaba en lo correcto- que era por el simple hecho de haberlo perdido hacia tan solo unos meses.
Una perdida tan grande e inesperada solo podía causar un gran shock.

- Adiós,padre.-murmuro mientras se quitaba el rastro de lagrimas de su rostro y daba media vuelta dispuesta a irse de regreso al colegio. No debía olvidar que ella seguía viva y que era por eso que tenia que seguir con su vida, aun a pesar del dolor.
Solo esperaba que su padre fuese feliz allá donde estuviera y que los que lo asesinaron pagaran por sus pecados.